ENFERMEDADES TRANSMISIBLES

 

En la historia del sanitarismo mundial, luego de los avances tecnológicos para la identificación de gérmenes, se descubrió un número elevado de enfermedades, que presentan algunas características comunes: se originan por la entrada de un microorganismo al huésped (agente etiológico), se transmiten entre los seres vivos en forma directa (por contacto), o por vía indirecta (por vehículos químicos, físicos o biológicos), o la acción de vectores (intermediarios biológicos entre el agente y el huésped).

A este grupo de patologías, se las denominan ENFERMEDADES TRANSMISIBLES. Debido a los importantes logros en la investigación del tema, se pudo desarrollar productos farmacéuticos con acción inmunológica (vacunas y sueros), que se usan eficazmente para la prevención, y otros, con acción curativa de los procesos infecciosos: los antimicrobianos o antibióticos.

Este logro, marcó un hito en la historia de las enfermedades infectocontagiosas, a partir del cual comenzaron a disminuir las tasas de morbimortalidad de muchas de ellas.

Lamentablemente, no todos los países cuentan con estos recursos de prevención y tratamiento, por lo que en aquellos subdesarrollados, carentes de recursos y con ayuda internacional insuficiente, las enfermedades transmisibles siguen siendo un grave problema de Salud Pública. No obstante, han aparecido nuevas enfermedades transmisibles, donde aún los investigadores no llegaron a completar su análisis, por lo que se carece de vacuna y tratamiento curativo. (Ej.Sida, Ebola).

Este tipo de noxas infectocontagiosas, que carecen de tratamiento inmunológico y medicamentoso, solo se pueden prevenir, si se cumplen las medidas de control para evitar el contagio, lo cual se logra si existe una información adecuada a la población. A continuación se dará información acerca de las enfermedades que pueden ser evitadas, ya que existen vacunas que protegen contra las bacterias y virus que las producen.

LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES PREVENIBLES POR VACUNAS:

La prevalencia de las enfermedades infectocontagiosas puede disminuir si se cumplen pautas de bioseguridad, con acciones sanitarias hacia: el medio ambiente (saneamiento), los vectores (eliminación de roedores, triatomas, mosquitos), los mecanismos de transmisión de los agentes, y el cambio de hábitos de la población susceptible (higiene corporal, uso de protectores epidérmicos, cuidado en la ingestión de agua y alimentos, etc.).
A partir del descubrimiento de Edward Jenner en 1796 (médico británico descubridor nada menos que de la vacuna antivariólica), la ciencia médica avanzó en el área de la prevención, con el desarrollo de vacunas para enfermedades específicas. Se necesitó un siglo para poder comprender los mecanismos de la inmunidad y la importancia trascendente de la vacunación, con los descubrimientos del bacteriólogo francés Luis Pasteur quien no solo demostró el origen de las enfermedades infecciosas, sino que probó que podía protegerse de ellas por la inyección de gérmenes atenuados de la misma, reproduciendo una enfermedad benigna inaparente, que deja inmunidad activa sólida y durable. En 1885, Pasteur aplica por primera vez en humanos el tratamiento antirrábico.

En el último siglo los descubrimientos en la ciencia inmunológica posibilitó el desarrollo de nuevas e importantes vacunas. Por medio de programas elaborados y sustentados por la OMS y la OPS, en muchas zonas del mundo donde la morbimortalidad de ciertas enfermedades infectocontagiosas era elevada, se registraron éxitos sanitarios importantes en el control de epidemias y epizootias, con  descenso significativo de la tasa de mortalidad y especialmente la de mortalidad infantil.

Lamentablemente, sólo para un grupo de enfermedades infecciosas pudieron desarrollarse vacunas específicas, y los logros alcanzados en la disminución de su prevalencia, llevó a denominar a las mismas, “enfermedades prevenibles por vacunas”.

 

 Bibliografía: https://www.medicinayprevencion.com/enfermedad/enfermedades+transmisibles.htm